mas refluxiones

Un día te despiertas pensando que no sabes que pensar, que no sabes y punto. Las ganas de gritar y de decir yo soy lo que soy porque así me he construido, De pedazos que he recogido y de alegrías que caen como del cielo. Es feo no poder decir nah, a la mierda yo solo voy a estar felíz, es feo que las cosas duelan aunque a veces no haya razón aparente, es desesperante, es frustrante y hecho verga.
A la final todos construimos casas de naipes para vivir en ellas, a veces somos lo suficientemente habiles para que no se caigan, a veces solo necesitamos dejarlas caer. Ahi es cuando se conoce lo que perdura, lo que no se rompe y no se borra, también se conoce lo opuesto, lo que estaba destinado a ser desechado, a ser olvidado.
A la final somos un constante de caos y de lucha, de vida y destrucción, a veces es bueno darse contra esa pared que uno mismo se construye al frente. Darse contra los muros para después escalarlos o saltarlos, darse contra el mundo para después darle al mundo una patada.
El mundo: una gran vereda
Yo: un gran pie para patearlo.

Bring it on